SIN LIMITES
Salmos 89:48 Reina-Valera 1960 (RVR1960): ¿Qué hombre vivirá y no verá muerte?¿Librará su vida del poder del Seol?
Isaías 40:12-21 Reina-Valera 1960 (RVR1960): ¿Quién midió las aguas con el hueco de su mano y los cielos con su palmo, con tres dedos juntó el polvo de la tierra, y pesó los montes con balanza y con pesas los collados?, ¿Quién enseñó al Espíritu de Jehová, o le aconsejó enseñándole? ¿A quién pidió consejo para ser avisado? ¿Quién le enseñó el camino del juicio, o le enseñó ciencia, o le mostró la senda de la prudencia? He aquí que las naciones le son como la gota de agua que cae del cubo, y como menudo polvo en las balanzas le son estimadas; he aquí que hace desaparecer las islas como polvo.
Un límite es definido como la frontera, el término y el final de algo. Se habla de límite como una división, ya sea física o simbólica, que marca una separación entre dos territorios o naciones. Existen muchas teorías de pensamiento que nos indican que no hay límites para nosotros los seres humanos que podemos realizar todo lo que nos propongamos y que únicamente nuestra mente es la que nos limita.
Mientras caminaba por uno de los miradores de mi nación presté atención especial a una frase de una deportista de mi país, la cual ha ganado varios premios, la misma dice así: Mientras saltaba sentía que nada es imposible, me sentía libre.
La palabra de Dios nos indica que nosotros los seres humanos si tenemos límites, el principal ejemplo que tenemos de ellos es que estamos limitados por el tiempo. Nadie ha podido detener la vejez, ni la muerte. Los versos mencionados al inicio de esta reflexión nos indican que ningún hombre dejará de ver la muerte, estamos limitados por el tiempo, nacemos, nos desarrollamos, envejecemos y morimos. Muchos famosos y millonarios han acudido a la ciencia buscado medicinas alternativas de juventud, algunos incluso han dado órdenes de como embalsamar sus cuerpos por si en el futuro se encuentra la posibilidad de seguir viviendo eternamente. No ha sido ni será posible, ya que Dios ha puesto término a nuestros días. El salmo 90 en el versículo 9 nos indica que nuestros años acaban como un pensamiento.
Nuestro padre celestial es el único que habita en la eternidad, es el único atemporal, sin límites, sin fronteras, sin fin. Todo lo contrario, él es el principio y el final de todas las cosas. Para él nada es imposible. Lucas 18 .27 nos dice que lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios. Nuestro Dios no tiene principio ni fin. El Salmo 90:2 nos indica que antes de que nacieran los montes y se formara la tierra y el mundo, desde el siglo y hasta el siglo, él era Dios Estamos llamados a adorar justamente a ese Dios que existe desde la eternidad, todos debemos alabar al que es, al que era y será.
Como hijos de Dios que somos esta verdad debe llenarnos de regocijo, ya que nuestro Dios nos ha prometido crear un nuevo cielo y una tierra nueva y entonces podremos al igual que Él vivir y disfrutar la eternidad. No fuimos creados para morir, sino para vivir eternamente junto a él. Nuestro padre celestial nos exhorta a que vayamos a él, que corramos al Dios de lo imposible, su brazo no se ha acortado, El sigue sanando, restaurando, liberando, libertando y amando. Nuestro padre celestial desea tener una relación de amor con cada uno de sus hijos y sólo espera que nosotros reconozcamos que lo necesitamos y que separados de él nada podemos hacer. El desea que nos sometamos a él, que cumplamos sus mandamientos y que llevemos a cabo su propósito.